Etiqueta: Larry Niven

RUNES SANGUINIS / Celebrando a Isaac Asimov – Por James Gunn

Isaac Asimov - Rowena Morrill

 El 16 de octubre impartí una conferencia sobre Isaac Asimov en la West Virginia University en Morgantown. La ocasión formaba parte de una serie de conferencias llamada «Una Celebración de las Ideas», y la librería de WVU y el jefe de personal de la universidad, Jay Cole, y su maravillosa estudiante asistente, Molly Smith, se les ocurrió la feliz idea de presentar un conversatorio sobre Isaac, en gran parte porque las colecciones especiales de la biblioteca posee la que es probablemente la más grande colección del material de Asimov detrás de la que atesora la  Boston University.

  Cómo la WUV obtuvo la colección de Asimov es una historia en sí misma: un estudiante de WUV, Larry Shaver, que ahora vive en Oklahoma City, había estado coleccionando libros y otros materiales de Asimov desde sus primeros años como estudiante. Él le ofreció su colección a la WUV y la biblioteca fue lo suficientemente sabia de aceptarla. Posteriormente, Carlos Patterson, de Sacramento, California, no un alumno, escuchó sobre la colección y le agregó varios cientos de artículos de su propia colección de Asimov; la colección de la WUV cuenta ahora con casi 700 artículos, incluyendo juegos y crucigramas con el nombre de Asimov en ellos. Ambos donantes viajaron a Morgantown para la ocasión.

  Aquí les traigo los comentarios que hice ante una entusiasta audiencia de 180 —mayormente— fanáticos de Asimov reunidos en un gran salón del centro de estudio de la WUV.

  (más…)

RUNES SANGUINIS / Racismo y Ciencia Ficción – Por Samuel R. Delany

Samuel R. Delany

  El Racismo para mí siempre ha sido primeramente y sobre todo un sistema, soportado ampliamente por condiciones económicas y materiales que obran en el campo de las tradiciones sociales. Así, a pesar de que el racismo siempre se manifiesta a través de las palabras, acciones, sentimientos y decisiones de los individuos, cuando nos damos el lujo de observarlo con más detenimiento [algo que nunca hacemos], usualmente no veo necesario en culpar individualmente a las personas, ya sea blanco o negro, por sus sentimientos, o incluso, por sus acciones específicas, siempre y cuando no crucen la frontera del crimen. Pues dichas acciones no son la que le otorgan solidez al sistema. Ellas no son las que promocionan o reproducen el sistema. Ellas no constituyen los puntos donde los cambios más duraderos deben ser introducidos en orden de modificar el sistema.

  Para bien o para mal, a menudo soy considerado ser el primer escritor de Ciencia Ficción afroamericano. Pero suelo ostentar esa etiqueta tan original con la misma incomodidad con la que cualquier escritor ha ostentado la etiquete misma de Ciencia Ficción. Entre las filas de lo que ha menudo ha sido definido como Proto Ciencia Ficción, se encuentran un buen número de escritores negros. M. P. Shiel, cuyas novelas «Purple Cloud» y «Lord of the Sea» aún son leídas, era un mulato con algunos ancestros africanos. El líder negro Martin Delany [1812-85, sin relación alguna], escribió su única y altamente imaginativa novela, que todavía hoy puede encontrarse en los escaparates de Barnes & Noble, «Blake, or The Huts of America» [1857], acerca de una imaginaria revuelta de esclavos exitosa en Cuba y América del Sur; que guarda tanta relación a una historia alternativa de ciencia ficción como se pueda esperar. Otros escritores negros cuyos trabajos ciertamente hacen frontera con la Ciencia Ficción incluyen Sutton E. Griggs y su novela «Imperio Imperium» [1899], en la cual una sociedad secreta afroamericana, conspira para fundar un estado negro separado apoderándose de Texas, y Edward Johnson, quien siguiendo el ejemplo de Bellamy en «Looking Backward» [1888], escribió «Light Ahead for the Negro» [1904], que habla sobre un hombre negro transportado a un Estados Unidos socialista en un futuro lejano. Creo haber escuchado a Harlan Ellinson hacer el comentario de que conocemos docenas y docenas de tempranos escritores pulp sólo de nombres: ellos desarrollaron su carrera totalmente por correspondencia; en un campo y durante una era en la que los seudónimos eran la regla y no la excepción. Entre los «Remmington C. Scotts» y los «Frank P. Joneses», que abarrotaron las páginas de contenido de las primeras pulps, nosotros simplemente no tenemos idea si uno, o tres o siete de ellos —o incluso muchos más— no eran negros, hispanos, mujeres, nativos americanos, asiáticos o lo que fuera. La escritura es así.

(más…)

Ciencia Ficción Japonesa de Ayer y Hoy / Por Nick Mamatas

Muchas novelas de Ciencia Ficción japonesa concluyen con un ensayo explorando el contexto del libro y una apología del autor. Yo creo que el ensayo de Toshihiko Onoue para «The Ouroboros Wave» [disponible hoy día], es especialmente interesante ya que muestra cuán de cerca, los críticos y fanáticos japoneses, siguen la Ciencia Ficción de lengua inglesa, así que decidí publicarlo aquí para ustedes. [Nótese que fue publicado en el 2002, de manera que algo del material es un poco más viejo y la actual política espacial de US es un poco diferente]. Yo definitivamente recomendaría a Greg Egan y Vernor Vinge si has llegado a Haikasoru desde el universo Manga y no has leído aún sus trabajos.

El programa de lanzamiento espacial está aún plagado de problemas, incluso luego de las promesas que hizo la NASA tras la pesadilla que significó el desmembramiento del Columbia en pleno aire. Un replanteamiento igualmente importante también parece necesario para la Estación Espacial Internacional. Hoy, en el umbral del siglo XXI, y a más de tres décadas desde que el primer Apolo alunizó, es difícil suprimir una sensación de impaciencia. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para que la humanidad reclame el espacio como suyo? Hasta que eso suceda, sumergirse en la Ciencia Ficción que hace que ese futuro sea real, no es una mala manera de pasar el tiempo. Si estás de acuerdo, entonces este libro es para ti.

«The Ouroboros Wave» apareció en el 2002 como parte de la Colección J de las Series de Ciencia Ficción Hayakawa. Ubicada en nuestro Sistema Solar en el siglo XXII, describe el rico tapiz de experiencias vividas por los seres humanos, quienes se encuentran completamente en casa en el espacio. Un proyecto gigantesco —situado cerca de un hoyo negro llamado Kali, descubierto en las fronteras del Sistema Solar, en órbita alrededor de Urano, y que ha creado un «artificial accretion disk [AAD]» alrededor de aquél para generar energía para usarse a través del Sistema Solar—, sirve como tema central para una serie de historias que facturan solución de misterios y elementos de tecno-thriller. La organización social adoptada por la humanidad en el espacio; los cambios sociales surgidos por el impacto de las tecnologías de comunicación; los conflictos que emanan de las diferentes estructuras de la conciencia despierta; la esencia de la inteligencia y las «necesidades» que provoca; estas y otras fascinantes exploraciones, están tejidas juntas, interceptándose e interactuando en múltiples niveles.

(más…)

RUNES SANGUINIS / Ciencia Ficción, Globalización y la República Popular China – Por Lavie Tidhar

Con el mercado local más grande del mundo, habiendo sido en parte estimulada por el gobierno y en parte suprimida, la Ciencia Ficción china ha tenido una historia complicada. Lavie Tidhar, proporciona algunos datos oportunos y un análisis personal, mientras la globalización incrementa el perfil de China en el contexto mundial.

La Ciencia Ficción, dice Han Song: «Fue importada desde occidente a principios de este siglo por algunas elites chinas, quienes creían que el género podría incrementar la inteligencia del pueblo y ayudar al país a modernizarse. Podemos decir que desde el mismo comienzo, hubo una carencia de una tradición industrial en China que contribuyera a que la Ciencia Ficción prosperara». Han, destaca la industrialización como un fundamento necesario para la evolución de la Ciencia Ficción. Y como corolario, como lo puntualiza Malcolm Edwards, donde quiera que se encuentre la urbanización, es muy probable también encontrar Ciencia Ficción.

La Ciencia Ficción, como una literatura de desarrollo, fue tratada de diferentes maneras en diferentes épocas por la maquinaria política china. «Estimulada por un periodo de tiempo por el Partido Comunista Chino en la década de 1950, cuando China estaba lista para emprender la industrialización socialista» [Han, pág.110]; entonces, «se detuvo» durante la Revolución Cultural [1966-76], la cual, considera Han, «Trajo la catástrofe para toda clase de literatura» [ibid]. El autor, Zheng Wenguang, sufrió personalmente durante ese periodo: «Yo tuve que abandonar mi pluma y marchar al campo en la provincia de Guandong. Allí trabajé como un campesino. Cosechando arroz y alimentando ganado». La Ciencia Ficción fue nuevamente promovida con la llegada al poder de Deng Xiaoping, ejemplificado en su declaración: «La Ciencia y la Tecnología son las fuerzas productivas No. 1» [Han, Pág. 111]. De esa manera, la Ciencia Ficción fue considerada alternativamente como positiva o negativa [o productiva o anti-productiva] para la nación, dependiendo de la política del momento. Durante la década de 1980, luego de la breve explosión de actividad, la Ciencia Ficción fue nuevamente prohibida en China, para resurgir en la década de 1990. Así, mientras los académicos chinos identifican tres principales «olas» de la Ciencia Ficción China, es sólo desde finales de los 80, que la Ciencia Ficción China realmente ha florecido.

(más…)

ALTERECOS 4.D / Neuromante : La Invocación de un Surrealismo Fluorescente

William Gibson

William Gibson - Portada del libro Neuromancer (1984).

«EL CIELO SOBRE EL PUERTO tenía el color de una pantalla de televisor  sintonizado en un canal muerto.»

Palabras  de apertura de Neuromante

Esa es la bienvenida a un mundo  que dividió las aguas de la literatura de la Ciencia Ficción como Moisés lo hizo con las del mar rojo. Pero utilizando otro tipo de magia, y a través de un conjuro ataviado con un lenguaje surrealista, víctima en todo momento de la alucinación de un estado de persecución y bajo el efecto narcótico de metáforas ahorcadas por luces de neón.

William Gibson es un profeta por derecho propio, siendo Neuromante (1984), la piedra angular en la cual cinceló el bajorrelieve de las visiones distópicas del género que convirtió a la Ciencia Ficción en un reino en el que también hay espacios para los inadaptados: El Ciberpunk. El mundo que nos planteó Gibson en ésta, su primera novela, ya es obvio a medias en la época actual en la cual el internet y su forma metafísica de denominarlo «ciberespacio» se han convertido en una nueva dimensión, que se expande hombro a hombro con la realidad fuera de nuestra mente —que es la oficial—, y el infinito universo sostenido por nuestros pensamientos. Las características de su futuro ya caen como lluvias en la que cada gota es un «click» que da acceso a un nuevo espacio virtual; algunos satisfacen nuestra curiosidad, otros nuestra adicción. Pero lo que fue verdaderamente delirante , sobre todo para el lector estándar de Ciencia Ficción —tanto en la década de los 80, cuando se publicó la novela, como ahora— es la densidad del lenguaje en la que fue escrita. No fue ninguna sorpresa que increíblemente la novela fuera más asimilada  por los medios académicos, que por el público joven a cuyo universo en ciernes le brindó un futuro.  Sí, algo de esto comprendía el joven que acababa de leerse una historia de Paul Anderson… Pero ¿por qué ese extraño lenguaje que aprisiona mi mente en una maraña de imágenes, de la cual sólo es posible salir, con un proceso de rehabilitación por drogas?… Bueno, alucinemos un poco.

(más…)