Ciencia Ficción Japonesa de Ayer y Hoy / Por Nick Mamatas

Muchas novelas de Ciencia Ficción japonesa concluyen con un ensayo explorando el contexto del libro y una apología del autor. Yo creo que el ensayo de Toshihiko Onoue para «The Ouroboros Wave» [disponible hoy día], es especialmente interesante ya que muestra cuán de cerca, los críticos y fanáticos japoneses, siguen la Ciencia Ficción de lengua inglesa, así que decidí publicarlo aquí para ustedes. [Nótese que fue publicado en el 2002, de manera que algo del material es un poco más viejo y la actual política espacial de US es un poco diferente]. Yo definitivamente recomendaría a Greg Egan y Vernor Vinge si has llegado a Haikasoru desde el universo Manga y no has leído aún sus trabajos.

El programa de lanzamiento espacial está aún plagado de problemas, incluso luego de las promesas que hizo la NASA tras la pesadilla que significó el desmembramiento del Columbia en pleno aire. Un replanteamiento igualmente importante también parece necesario para la Estación Espacial Internacional. Hoy, en el umbral del siglo XXI, y a más de tres décadas desde que el primer Apolo alunizó, es difícil suprimir una sensación de impaciencia. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para que la humanidad reclame el espacio como suyo? Hasta que eso suceda, sumergirse en la Ciencia Ficción que hace que ese futuro sea real, no es una mala manera de pasar el tiempo. Si estás de acuerdo, entonces este libro es para ti.

«The Ouroboros Wave» apareció en el 2002 como parte de la Colección J de las Series de Ciencia Ficción Hayakawa. Ubicada en nuestro Sistema Solar en el siglo XXII, describe el rico tapiz de experiencias vividas por los seres humanos, quienes se encuentran completamente en casa en el espacio. Un proyecto gigantesco —situado cerca de un hoyo negro llamado Kali, descubierto en las fronteras del Sistema Solar, en órbita alrededor de Urano, y que ha creado un «artificial accretion disk [AAD]» alrededor de aquél para generar energía para usarse a través del Sistema Solar—, sirve como tema central para una serie de historias que facturan solución de misterios y elementos de tecno-thriller. La organización social adoptada por la humanidad en el espacio; los cambios sociales surgidos por el impacto de las tecnologías de comunicación; los conflictos que emanan de las diferentes estructuras de la conciencia despierta; la esencia de la inteligencia y las «necesidades» que provoca; estas y otras fascinantes exploraciones, están tejidas juntas, interceptándose e interactuando en múltiples niveles.

Como la primera de estas historias apareció en SF Magazine, ellas se han conocido como las series AADD. Este volumen incluye todas las historias, excepto tres, de las publicadas hasta la fecha. Un nuevo episodio completo estará pronto disponible.

Tres autores en la Colección J de Hayakawa, lanzada en el 2002, ganaron atención inmediata por sus trabajos: Housuke Nojiri [nota: autor de «Usurper of the Sun» y «Rocket Girls»—NM], Yasumi Kobayashi y Jyouji Hayashi.

El trabajo de Nojiri, es pura Ciencia Ficción japonesa en la tradición de Sakyo Kobayashi, enfocándose en el romance y la excitación de la tecnología. Yasumi Kobayashi, toma ideas novedosas y explora sus ramificaciones lógicas, lo que le otorga a su trabajo un sabor no convencional, muy parecido al del aclamado escritor de Ciencia Ficción Dura australiano, Greg Egan.

En contraste, la Ciencia Ficción de Hayashi, construye mundos realistas, haciendo uso de ideas directas, con detalles mesurados y un mínimo de adornos. A primera vista su estilo podría parecer poco depurado, pero está repleto de juegos sofisticados, acentos japoneses y tramas complicadas. El método de Hayashi, de construir mundos sobre la base de una simulación detallada, probablemente comenzó cuando era autor de crónicas ficticias de guerras. De los tres autores, su trabajo puede ser también el más cercano a los estándares de la Ciencia Ficción inglesa y americana. En las historias reunidas aquí, el proceso de hallar una solución a un desafío a través de la aplicación creativa del conocimiento y la tecnología, deviene en la historia misma. Él es un narrador que enfatiza el aspecto práctico —del tipo Analog—, lo cual es en alguna manera inusual en la Ciencia Ficción japonesa.

Me estoy refiriendo, obviamente, no a la Analog en su versión digital, sino a la histórica revista de Ciencia Ficción americana, Analog Science Fiction and Fact, y su predecesora Astounding Science Fiction, las cuales bajo la dirección de John Campbell Jr., publicaron algunos de los primeros trabajos de autores como Isaac Asimov y Robert A. Heinlein. Analog, eventualmente se volvió sinónimo de Ciencia Ficción Dura. Comparadas con las historias de otras revistas de Ciencia Ficción, las de Analog no son tan literarias; la revista se inclina hacia historias dirigidas por una idea, y que combinen detalladas y realistas técnicas científicas, sostenidas por elementos novedosos.

Los trabajos de Hayashi, con su énfasis en la solución de problemas, guardan semejanzas con los trabajos favorecidos comúnmente por Analog. Pero una vez que el Ciberpunk se puso de moda en los ochentas, el estilo de Ciencia Ficción de Analog, comenzó a parecer desfasado, y por un tiempo el género fue completamente excluido de la competencia en premios de la categoría de Nebula y Hugo. Pero desde finales de los noventas, la Ciencia Ficción habitual, basada en el espacio, comenzó a atraer nueva atención, y con Analog publicando una nueva generación de escritores, esta clase de historias están resurgiendo poco a poco. «El tipo Analog», es sinónimo de vieja y nueva Ciencia Ficción: deseosa de lidiar con nuevos conocimientos; nuevas visiones del mundo; y nuevos desafíos, si bien presentados con un estilo establecido.

En términos de una comparación objetiva con otros escritores, Vernor Vinge, sería probablemente un compatriota de Hayashi. El trabajo de Vinge, «A Deepness in the Sky», ganador del Premio Hugo del 2000, contiene ecos de «The Ouroboros Wave». La novela de Vinge, habla de los conflictos en los que se ven envueltos dos flotas enviadas por dos sociedades de transporte espacial de humanos, ambas con el objetivo de lograr el primer contacto con seres extraterrestres inteligentes en un distante sistema estelar. Una flota toma control de la otra, y el tema central es el proceso a través del cual esos que han sido subyugados, intentan escapar de su apuro. La novela también muestra estructuras sociales opuestas; los desafíos que la flota espacial intenta manejar y controlar; y la manera en la que las organizaciones humanas operan bajo condiciones peligrosas. También existen diferencias sustanciales con «The Ouroboros Wave»: la novela de Vinge, está ubicada en el distante futuro y trata con un viaje interestelar, para dar sólo dos ejemplos. Pero no hay tecnologías extremas semejantes a los warp drives; todo es realista, con una extensión lógica de la ciencia y tecnología actuales. Estrictamente hablando, Vinge, no es un autor típico del «tipo Analog», pero su trabajo es un buen ejemplo de la manera en como la vieja y nueva Ciencia Ficción espacial va ganando popularidad.

Vinge, también tiene un gran interés en los problemas de la inteligencia artificial. En su ensayo, «La Llegada de la Singularidad Tecnológica», Vinge, expande el alcance del concepto de «singularidad tecnológica», supuestamente sugerido por primera por John von Neumann, este se refiere a una aceleración del desarrollo tecnológico tan pronunciado, que el futuro más allá de la singularidad se vuelve difícil de modelar. Vinge, afirma la inevitabilidad de cambios cualitativos en los procesos de la psicología humana y la inteligencia artificial. Las descripciones de Hayashi, de las computadoras portables y la inteligencia artificial están en acuerdo con las perspectivas de Vinge. Las computadoras portables son terminales de procesamiento de datos personales, así como una red central de comunicación tecnológica: ellas cambian las estructuras de las organizaciones humanas, de la sociedad y la cultura. Existen también inteligencias artificiales con formas de comprender el mundo y patrones de razonamientos que difieren completamente de aquellos de los humanos. Vinge, consideraría todos estos elementos como partes del mismo vector general. Hayashi, hace un trabajo magistral en la descripción de comunicaciones tecnológicas e IA en la misma estructura unificada.

En cuanto a escritores más jóvenes con similitudes con Hayashi, uno podría nombrar a los autores de Ciencia Ficción espacial Michael Flynn, Allen M. Steele, y Geoffrey A. Landis. Por supuesto, estos autores tienen diferentes características, y sus estilos no se pueden agrupar juntos, excepto en un sentido: todos ellos se explayan en la descripción del espacio como un medioambiente real. El trabajo «Fallen Angels» de Flynn [con Larry Niven y Jerry Pournelle], ha sido publicado en Japón, pero desafortunadamente, sólo unas cuantas historias cortas de Steele y Landis están disponibles en japonés, y el que quiera leerlas, tendrá que explorar a través de números antiguos de SF Magazine o en antologías [si bien yo podría ser criticado de estar tan obsesionado con la Ciencia Ficción como para llegar a tal extremo]. La popular serie «Firestar», de Flynn, describe el impacto que un solo individuo, con voluntad y recursos, puede hacer sobre la exploración espacial. Tanto «Fallen Angels» como «Firestar», son Ciencia Ficción del futuro cercano con descripciones realistas del espacio.

La serie AADD, explora un vector que también existe en la Ciencia Ficción inglesa y americana. ¿Es una simple postura o una necesidad disfrazada? Puede que sea demasiado temprano para decirlo, pero sin duda, «The Ouroboros Wave», no sólo se alza como prueba de la riqueza de la Ciencia Ficción japonesa contemporánea, sino que también representa un nuevo desarrollo en las historias de Ciencia Ficción Dura del Japón. Creo que debemos considerarnos a nosotros mismos extremadamente afortunados de tener destacados escritores de Ciencia Ficción Dura como Hayashi, trabajando en el Japón de hoy.

Traducido por Odilius Vlak


NOTA: La versión original de este artículo, titulado: «New/Old Japanese SF» [16 de noviembre 2010]; y que es una traducción al inglés por Nick mamatas, del original japonés por Toshihiko Onoue, se encuentra aquí: http://www.haikasoru.com.

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